Quizás muchos nos hemos preguntado al ver algún programa televisivo, o visitar algún lugar en donde habiten personas de origen asiático, de donde proviene esa tradición de quitarse los zapatos antes de entrar en casa y colocarse zapatillas de andar en casa. Pero más allá de esta inquietud, es importante conocer lo que dice la ciencia sobre eso.

Recientemente una de las recomendaciones más resaltadas debido a la pandemia generada por la Covid para frenar su propagación ha sido quitarse los zapatos y dejarlos en antes de entrar a cualquier lugar. Esta es una tradición que millones de individuos y sus antepasados han puesto en práctica desde hace muchos siglos alrededor del mundo.

Ella es posible observarla en los países asiáticos, pero también en aquellas naciones donde la mayoría son musulmes. Se encuentra presente en diversos países europeos y también numerosas familias en Canadá lo hacen.

Origen de esta costumbre

A lo largo de la historia, tanto la cabeza como los pies han sido las partes más simbólicas del cuerpo. En el caso de la cabeza, esta se asocia con el alma y con la mente, mientras que los pies están vinculados “típicamente con la impureza. Son la parte del cuerpo que toca el suelo y que lleva sus impurezas a donde entres”. Haciendo referencia a los primeros tipos de calzado, estos fueron las sandalias y luego los suecos que “fueron usados para proteger los pies cuando se trabajaba afuera”.

Si damos un vistazo a la antigüedad en África, Asia y Europa, diversas de estas civilizaciones tempranas presentan dicha práctica: “Cuando regresabas del mundo exterior te quitabas el calzado porque era la forma simbólica y física de remover las impurezas antes de entrar en la casa”, de esta manera lo explican los especialistas.

Expresar una jerarquía social

Y no sólo se trataba de un acto hecho por los habitantes del lugar, sino también por los invitados. Según la profesora de antrozoología de la Universidad Canisius College de Estados Unidos, ciertas civilizaciones antiguas hacían que sus esclavos les lavaran los pies a los invitados antes de poder entrar en las casas.

Dicha actividad se encargaba de reforzar, inicialmente el status alto del invitado y, pro también el status bajo que poseia el esclavo, que además, en dichas culturas siempre se encontraba descalzo. Señala la especialista, que la costumbre no sólo estaba relacionada con la suciedad:

“Va más allá de eso. ¿Quiénes están afuera? Los trabajadores que se ensucian (…) ¿Quiénes tienen que trabajar? No es sólo la impureza de la suciedad, es también el trabajo físico y una clase social inferior”.

“En algunas civilizaciones antiguas de África, los pobres tenían que quitarse los zapatos antes de acercarse al rey o cuando estaban ante su presencia porque esos zapatos que habían estado en contacto con la tierra del exterior eran, de una manera simbólica, una amenaza contra el líder”, de este modo lo indica la especialista.