Posiblemente es una palabra que se mantiene presente en nuestra cotidianidad sin que lleguemos a notarlo y es que la cultura popular tradicional que tiende a denominarse folclore se encarga de resumir siglos de nuestra historia y también del arte festivo que él mismo expresa, por medio de la danza, la música y la palabra.

Pero también se ha hecho portador de una sensibilidad que por mucho tiempo se ha intentado extinguir en muchos países, más allá de que constituyen uno de los rasgos que mejor identifica a los pueblos ante el mundo y que es reconocido como un vínculo nacionalizante.

Gran cantidad de aspectos que han sido importantes en las culturas han sido incorporados dentro de los programas educativos oficiales, con lo que se ha procurado a los profesores, la posibilidad de establecer análisis e interpretaciones, conformándose esto en una privilegiada manera con la que se puede abordar ese aspecto que suele ser tan medular para la biografía de los países, como lo es la identidad nacional.

En líneas generales se cree que la cultura será desentrañada y además asumida por todos al momento en que se estudia nuestra historia como nación, pero además en ese punto en donde todos nos reconocemos en ella y en su diversidad cultural y lingüística, y no conformes, en la incesante lucha de los pueblos por defenderse ante la irrupción de una modernidad que busca nivelarnos mediante unas políticas de globalización que amenaza la identidad.

De este modo se hace preocupación y debe ser traducida en urgente acción con la finalidad de promover y afirmar consensos que sean cada vez más amplios en referencia al irrenunciable derecho de los pueblos a desarrollar su cultura propia, haciendo realidad la promesa y posibilidad de una nueva nación.

Basados en dicha perspectiva, es importante considerar el acceso colectivo a la sabiduría popular y también al universo estético que insiste en sobrevivir en el folclore, ya que su conocimiento deviene de manera constante en un poderoso medio de integración, y de identificación.

Con el folclore constantemente se renuevan los sentimientos de adhesión a cada comunidad, pero además continúa siendo esa lección viva de la historia, y la autoafirmación cultural, lo que se traduce como un derecho inalienable de la persona humana,

En tal sentido, podemos extraer que el folclore cuenta como uno de los más vastos y perdurables nexos entre los pueblos y su cultura ancestral, donde los mitos, las tradiciones, los cuentos, leyendas, danzas, poesías, canciones luego de un proceso lento de asimilación llegan a enraizarse fructificando en todos los aspectos de la vida popular.

La cultura popular tradicional, es adquirida y se difunde a través de la experiencia; se colectiviza y alcanza gran vigencia debido a que da respuesta a necesidades biológicas y espirituales, pero además alcanza la plenitud de su sentido cuando se mantiene en el tiempo haciéndose tradición mediante generaciones, difuminando su origen tras el anonimato de sus creadores.

Es así como el folclore puede adquirir las características de una disciplina científica, al convertirse en materia de estudios sistematizados cuyo principal objetivo es identificar los elementos comunes a todas las expresiones folclóricas del mundo.